Intentando recuperar mi huella en estos caminos, pienso en
qué me llevó a participar en “Escenarios educativos con tecnología: entre lo
real y lo posible”. El motivo más fuerte quizás, fue conocer el motor que
empuja detrás del CITEP. Este tiene nombres, como el de Carina (Lion), fuerte
referente de mi formación en Filo, maestra de alma, de esas que te llaman por
tu nombre y que reconocen rostros transformados por los años; pero sobre todo, docentes
que llevan el “norte” de la “enseñanza poderosa” (tal cual la piensa M. Maggio,
2012).
No importa cuál es el contexto, la búsqueda siempre será proyectar y proponer
situaciones formuladas en tiempo presente, planificadas en movimiento,
provisionales. Situaciones/clases/proyectos que son un acto de creación, cuya
originalidad permite expresar
conclusiones, pero sobre todo plantearnos preguntas y dar bienvenida a la
complejidad. Ello permite mirar en perspectiva, abrir el abanico a múltiples
miradas para construir un conocimiento profundo, atravesado por aristas,
conceptos, ideas y opiniones que chocan, se entrelazan, se tocan y divergen
formando un tejido. Una trama que une y que continúa creciendo, que requiere de
todos sus nudos para llegar a ser lo que es y que cuánto más une cada uno de
sus puntos o nodos y en más direcciones entrelaza, más fortaleza tendrá.
Decir “no importa cuál es el contexto” no es casualidad. Lo
que intento decir con ello, es que atravesados por una propuesta posibilitada y
enriquecida por las nuevas tecnologías, su foco siempre fue la propuesta
pedagógica; lo innovador fueron las consignas, las formas, las direcciones y
los sentidos construidos colaborativamente, y la manera de ser guiados,
acompañados y “recuperados” por los tutores. Pensando en “contextos”, traigo de
mi memoria, una clase “teórica” de Edith Litwin en la que en grupos salimos a recorrer
y recuperar frases de los pasillos de Filo (Facultad de Filosofía y Letras,
UBA) para luego articular “lo encontrado” con la teoría y terminar utilizando las
paredes del aula para expresarnos, dimos “vuelta” afiches políticos para
escribir y plantear ideas…estábamos hablando de qué es la tecnología educativa.
Y desde allí entendí que hablar de ella es hablar de enseñanza. Hoy creo que es
TODO lo que enriquezca y potencie situaciones como esas. Ese motor también está
detrás del CITEP y experiencias potentes, como la que cuento, son las que
merecen ser llamadas “innovación”.
Otro motor, detrás de este curso, es la “coherencia”
teórica-práctica. Estructurado en torno a cuatros ejes e invitándonos a surfear
cada uno de ellos, la profundidad teórica proporcionada a través de textos
escritos y de ponencias en video, nos plantearon reflexionar acerca de los entornos digitales, las redes, el conocimiento
abierto e imaginar el futuro; engarzándose con la libertad para reconstruir esos
significados en los diferentes escenarios. Escenarios abiertos más allá del
campus virtual y que fomentaron la formación de redes. Libertad para elegir las
actividades y las maneras de expresarnos en ellas. ¿Qué fue lo que más
comprometió? La posibilidad de elegir qué, dónde, cómo y por qué no, con quién.
¿Qué fue lo que más conmovió? Construir la escena de la mano
de otros, ser tenido en cuenta, sentirse acompañado. En este MOOC nada se les
pasó inadvertido a sus organizadores y festejaron (se notó) cada palabra/imagen/metáfora
desafiante, interpeladora, creativa; que usaron a su vez, para construir o
interpelar a otros y que los motivó a ser desafiantes, interpeladores,
creativos, participativos y ejemplos.
Para terminar, voy a retomar la metáfora que nos propone
Carina, la de “panal cognitivo”; esta vez, para pensar en esa “miel” que hemos
producido. ¿Qué es lo que surgió? Tal vez algo distinto para cada uno, pero con
seguridad, ésto se saboreó, es algo espeso que emana de la trama y que habrá de
endulzar diferentes ambientes, para hacerlos más divertidos, más lúdicos, más
complejos, más abiertos, más colaborativos, más múltiples, más libres; y sobre
todo, tener en cuenta eso mismo, que la “miel” puede significar distinto y
hasta puede ser “invisible”.
Gracias a tod@s, compañer@s, tutores y organizadores!!!
Comparto tus apreciaciones acerca de este MOOC que nos regaló el CITEP justo para estos días de fin de año, una propuesta muy bien planificada y pensada para los distintos grupos de potenciales participantes. Yo venia de varias experiencias xMOOC y esta me dejó totalmente satisfecho.
ResponderEliminarHola Alexis! Es verdad que se vivió como un regalo. En mi caso fue mi primer MOOC y me decidió a participar intuir la forma en la que se trabajaría. Suponía que iba a pasar lo que pasó, y aún más me sorprendió, divirtió y emocionó!
ResponderEliminarSaludos, gracias por comentar