martes, 10 de diciembre de 2013

#escenariostec y la hora de mirar hacia atrás, rastrear huellas e imaginar caminos

Intentando recuperar mi huella en estos caminos, pienso en qué me llevó a participar en “Escenarios educativos con tecnología: entre lo real y lo posible”. El motivo más fuerte quizás, fue conocer el motor que empuja detrás del CITEP. Este tiene nombres, como el de Carina (Lion), fuerte referente de mi formación en Filo, maestra de alma, de esas que te llaman por tu nombre y que reconocen rostros transformados por los años; pero sobre todo, docentes que llevan el “norte” de la “enseñanza poderosa” (tal cual la piensa M. Maggio, 2012).

 No importa cuál es el contexto, la búsqueda siempre será proyectar y proponer situaciones formuladas en tiempo presente, planificadas en movimiento, provisionales. Situaciones/clases/proyectos que son un acto de creación, cuya originalidad permite expresar conclusiones, pero sobre todo plantearnos preguntas y dar bienvenida a la complejidad. Ello permite mirar en perspectiva, abrir el abanico a múltiples miradas para construir un conocimiento profundo, atravesado por aristas, conceptos, ideas y opiniones que chocan, se entrelazan, se tocan y divergen formando un tejido. Una trama que une y que continúa creciendo, que requiere de todos sus nudos para llegar a ser lo que es y que cuánto más une cada uno de sus puntos o nodos y en más direcciones entrelaza, más fortaleza tendrá.

Decir “no importa cuál es el contexto” no es casualidad. Lo que intento decir con ello, es que atravesados por una propuesta posibilitada y enriquecida por las nuevas tecnologías, su foco siempre fue la propuesta pedagógica; lo innovador fueron las consignas, las formas, las direcciones y los sentidos construidos colaborativamente, y la manera de ser guiados, acompañados y “recuperados” por los tutores. Pensando en “contextos”, traigo de mi memoria, una clase “teórica” de Edith Litwin en la que en grupos salimos a recorrer y recuperar frases de los pasillos de Filo (Facultad de Filosofía y Letras, UBA) para luego articular “lo encontrado” con la teoría y terminar utilizando las paredes del aula para expresarnos, dimos “vuelta” afiches políticos para escribir y plantear ideas…estábamos hablando de qué es la tecnología educativa. Y desde allí entendí que hablar de ella es hablar de enseñanza. Hoy creo que es TODO lo que enriquezca y potencie situaciones como esas. Ese motor también está detrás del CITEP y experiencias potentes, como la que cuento, son las que merecen ser llamadas “innovación”.

Otro motor, detrás de este curso, es la “coherencia” teórica-práctica. Estructurado en torno a cuatros ejes e invitándonos a surfear cada uno de ellos, la profundidad teórica proporcionada a través de textos escritos y de ponencias en video, nos plantearon reflexionar acerca de los  entornos digitales, las redes, el conocimiento abierto e imaginar el futuro; engarzándose con la libertad para reconstruir esos significados en los diferentes escenarios. Escenarios abiertos más allá del campus virtual y que fomentaron la formación de redes. Libertad para elegir las actividades y las maneras de expresarnos en ellas. ¿Qué fue lo que más comprometió? La posibilidad de elegir qué, dónde, cómo y por qué no, con quién.

¿Qué fue lo que más conmovió? Construir la escena de la mano de otros, ser tenido en cuenta, sentirse acompañado. En este MOOC nada se les pasó inadvertido a sus organizadores y festejaron (se notó) cada palabra/imagen/metáfora desafiante, interpeladora, creativa; que usaron a su vez, para construir o interpelar a otros y que los motivó a ser desafiantes, interpeladores, creativos, participativos y ejemplos.

Para terminar, voy a retomar la metáfora que nos propone Carina, la de “panal cognitivo”; esta vez, para pensar en esa “miel” que hemos producido. ¿Qué es lo que surgió? Tal vez algo distinto para cada uno, pero con seguridad, ésto se saboreó, es algo espeso que emana de la trama y que habrá de endulzar diferentes ambientes, para hacerlos más divertidos, más lúdicos, más complejos, más abiertos, más colaborativos, más múltiples, más libres; y sobre todo, tener en cuenta eso mismo, que la “miel” puede significar distinto y hasta puede ser “invisible”.


Gracias a tod@s, compañer@s, tutores y organizadores!!!

lunes, 9 de diciembre de 2013

Movimiento abierto: #escenariostec refleja la invitación al diálogo del conocimiento

La tercera semana de “Escenarios con tecnología: entre lo real y lo posible” (del 27/11 al 4/12) abrió una temática tan interesante como compleja de analizar, debido a que estamos zambullidos en ella, descubriéndola, transcurriéndola, apropiándonosla. Una mirada atenta al Movimiento/Contenido abierto supone que habrá de dialectizar las estructuras de la cultura escrita, (ya lo está haciendo), sobre todo la escolar y la académica. Negar las profundas transformaciones que la cultura digital e internet introducen en los procesos simbólicos y en las formas de circulación y producción de la información y del conocimiento no hará más que perpetuarnos en prácticas de enseñanza y de aprendizaje descontextualizadas y sin valor formativo para un verdadero ciudadano de la cultura escrita. Y aún más, insistir en prácticas de producción académica que ignoran el movimiento intelectual que se genera en el acceso, la conectividad, el intercambio, el remix, la edición y la publicación “autónoma” y en red;  lleva a desconocer, justamente, toda esa producción, otorgándole otra jerarquía o legitimidad.

Ese entramado conceptual que se amasa y teje colaborativamente en la web adquiere  forma de conocimiento en proceso, construido y en construcción, genuino,  busca comprender y modificar la práctica, arroja “resultados” y análisis parciales y cercanos, que permiten a su vez, reconstruir la teoría; y sobre todo, invita a ser protagonistas.

En el recorrido personal que realicé en esa tercera semana, encontré dos ejes  más que significativos: la crisis de la noción de autoría generada por el nuevo contexto, donde se puede copiar, distribuir, editar y multiplicar exponencialmente los textos en circulación y de la mano de ese eje; la imperiosa necesidad de pensar a los estudiantes como productores de conocimiento.

En el video: "Propiedad intelectual y licencias Creative Commons",disponible en http://www.escenariostec.citep.rec.uba.ar/videos/beatriz-busaniche#overlay-context=esc/aprendizaje-en-red-bibliograf%25C3%25ADa-recursos-y-biblioteca-colectiva Beatriz Busaniche pone de relieve una problemática cotidiana, casi implícita u oculta, acerca de la autoría, el derecho de autor y la propiedad intelectual. Entre otras cosas, recupera cómo los docentes trabajamos con todo tipo de recursos educativos (incluso las producciones de docentes y alumnos) que son obras que están amparadas por la propiedad intelectual: fotocopias, apuntes y otras yerbas a las que accedemos, copiamos, remixamos y distribuimos sin autorización de sus autores. Eso es un delito penal. ¿Por qué nadie discute o castiga? ¿Cómo es posible trabajar en educación sin transgredir la ley? Como afirma Beatriz, este es un problema de carácter público, que requiere de una ley que disponga que la utilización de recursos de autor con fines educativos sea legal.



Mientras tanto o en esa dirección, el movimiento abierto conduce al nacimiento de iniciativas de acceso abierto, de licencias flexibles que responden a una realidad que no puede desconocer que todos remixamos. Los recursos educativos abiertos (REA) utilizan licencias, como Creative commons,  que reconocen la autoría sin la exclusividad de los derechos de autor. Esto facilita, en palabras de Cristóbal Cobo, las innovaciones en el intercambio de conocimiento, la apertura a la inter-creatividad,  los contenidos remezclables, y sobre todo  una educación más abierta y en sintonía con los cambios de nuestra época.

En ese sentido, muy personalmente, considero que debe re-pensarse la enseñanza y lo que se considera y se evalúa como aprendizaje. Para iluminar la idea, retomo lo que comenté en el Escenario de intercambio. Allí, decía que desde el comienzo de la formación es necesario dar a conocer las normas para el cuidado de la propiedad intelectual. Para ello, como dice Beatriz, primero debemos asumir el problema, pensarlo, para actuar en consecuencia. Si no cumplimos con la normativa, debemos hacerlo explícito. A su vez,  debemos re-pensar la escritura académica y los parciales, en los que  todos repetimos sin decir más que "fulano de tal", donde se escribe para dar cuenta y acreditar. Es necesario plantear  consignas que inviten a pensar en lo que dice un autor y lo que pensamos o piensan los estudiantes acerca del tema o de lo que afirma el autor y su relación con la realidad. Ello requiere enseñar y aprender a diferenciar cuando hablamos nosotros o cuando hacemos hablar a otro, y a tener cuidados. Pero sobre todo, a interpelar al estudiante como “intelectual”, en el desafío de intercambiar, apropiarse, recrear, pensar la práctica, construir y compartir. Ese es el proceso en el que el conocimiento del otro y la información se convierten en aprendizaje que puede producir nuevo conocimiento.

Torre de Babel
Reflexionar acerca de las prácticas de lectura y de escritura que suponen el uso y la producción de contenido abierto me hizo pensar en las conceptualizaciones de Jorge Larrosa acerca de la condición babélica de la lengua. Larrosa (2003) no considera a la lectura como un acto de comprensión sino como una traducción entre dos lenguas: la lengua del que escribe y la lengua del que lee. Escribir es traducir lo que está dentro de uno y leer es traducir a nuestra propia lengua la lengua del escritor. Las palabras son las mismas, pero lo escrito y lo leído no es lo mismo. Ello es porque todos tenemos lenguas distintas, “cada uno la suya”. Es la condición babélica del lenguaje: la palabra es plural. En ese sentido, la significación de un texto no es acabada, sino abierta, dialógica. Lo dialógico implica los movimientos de apropiación /desapropiación, llevando el texto hacia nosotros o hacia lo que ya sabemos o pensamos, o lo que queremos saber (apropiación) y moviéndonos hacia el texto, movilizando lo que sabemos, pensamos o queremos (des-apropiación). Considero que la reproductibilidad digital, internet y la web 2.0 plantean condiciones asombrosas para la práctica de la diferencia y de la multiplicidad, de la resignificación, de la convergencia y de la divergencia.


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LARROSA, Jorge (2003) Entre las lenguas. Lenguaje y educación después de Babel. Barcelona, Laertes.